miércoles, 26 de mayo de 2010

11 Inconvenientes de las TARJETAS DE CREDITO








Quizá el peor inconveniente de la tarjeta de crédito es que exige mucha autodisciplina para no gastar más de lo debido. Cuando pagamos con dinero en efectivo, quizá sea más fácil ser consciente del gasto que estamos realizando porque prácticamente "vemos salir el dinero de nuestra cartera", en cambio esa percepción se pierde con las tarjetas de crédito. Cómo no usamos dinero en efectivo se puede llegar a comprar más y más cosas compulsivamente. Se compra y se compra, sin razón, por lo tentadoras que son las cosas exhibidas, por las ofertas y la publicidad, y después vienen los dolores de cabeza del endeudamiento, las agrias discusiones familiares, la angustia, el stress, etc.


Otro inconveniente es que si nos roban la tarjeta o la falsifican, un tercero puede realizar uso fraudulento de ella. Muchas veces, el mal uso y la falta de control en los gastos le generarán grandes deudas, de las cuales le resultará muy difícil salir. Y en muchos casos lo podrán llevar a la bancarrota. Además el uso excesivo del financiamiento externo obviamente va encareciendo en forma creciente el costo original de lo comprado.


Aunque la publicidad ofrezca productos más baratos si compra con tarjeta de crédito, la verdad es son más caros, ya que se le suma el interés y los gastos propios que tiene la tarjeta. Muchos comercios de venta al crédito además ponen cuotas adicionales lo que también encarece el producto. Antiguamente se rebajaban los precios de las mercaderías cuando se pagaba “al contado”, hoy hay rebaja en algunos artículos sólo cuando se paga con tarjeta, elemento psicológico usado por las grandes cadenas comerciales para casi obligar a tenerla.


Los cargos adicionales que tienen las tarjetas de crédito suelen ser muy costosos: cargos por atraso en los pagos, por excederse en el límite de crédito o de compra, cargos por renovación de la tarjeta, cargos por reemplazo de tarjetas perdidas, cargos por tarjetas adicionales, etc.


Y lo peor es que nos volvemos esclavos del sistema financiero: los bancos y las grandes tiendas (que ahora también funcionan como bancos), que se enriquecen a costa de nuestro trabajo que debe duplicarse con horas extras para poder cumplir con los compromisos, con el consiguiente descuido del hogar y de los hijos que deterioran la relación familiar. Enriquecimiento de unos pocos al que nosotros mismos cooperamos, aumentando más la brecha entre la minoría con altos ingresos y la mayoría con bajos ingresos


Se gasta menos y se ahorra más comprando con dinero en efectivo que con “dinero plástico” dinero parecido al sistema de fichas que se usó en las salitreras, siempre a beneficio del mayor enriquecimiento del patrón.

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