1:1 Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo:
1:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda.
1:3 Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá;..
1:5 Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión.
1:6 Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas.
1:7 Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego.
1:8 Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar;
1:9 y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.
( Levítico - La Santa Biblia-Versión Reina-Valera.1960
( Levítico - La Santa Biblia-Versión Reina-Valera.1960
Dios Altísimo, Santo, Omnipotente, Sumo Bien, El Solo Bueno, estos atributos son de los más usados por San Francisco de Asís para referirse a Dios en sus escritos, especialmente en las diversas oraciones que nos dejó.
San Francisco amó a todas las criaturas de Dios y siguió Su ejemplo de bondad, misericordia, compasión y amor por toda la creación y especialmente por los animales. Sin embargo, no hay nada de bondad y compasión en los mataderos, donde miles de animales tienen que enfrentar una violenta y sangrienta muerte. San Francisco se horrorizaría ante el grado de sufrimiento y la violencia que les infringimos a los animales con el fin de saciar nuestro gusto por la carne y las entrañas asadas al fuego cuyo olor de la parrillada es muy grato a los hombres.
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