Este es un ejercicio ideal para practicarlo en aquellos momentos en los que se ha sufrido mucho estrés o presión como por ejemplo tras un duro día de trabajo, un examen importante, un gran conflicto personal, estados de angustia, crisis de pánico, etc. Está indicado para que la persona se tranquilice impidiendo que la mente siga analizando y dándole vueltas una y otra vez al asunto que preocupa.
La palabra viene del inglés “relax”. Consiste, hallándose tendido y con los ojos cerrados, en aflojar o ablandar, dejándo sin tensión muscular todo el cuerpo físico desde los dedos de los pies hasta la cabeza en forma controlada. El método comienza con una respiración abdominal rítmica, inflando el abdomen al aspirar y desinflándolo al expeler el aire, al mismo tiempo que se tensan deliberadamente y aflojan… se tensan y aflojan… se tensan y aflojan…los dedos de los pies, las pantorrillas, los muslos, los glúteos, el torso, los dedos de las manos, los brazos, el tórax, el cuello, los músculos de la cara (haciendo muecas), poniendo atención y concentración solamente en esta actividad y a medida que se avanza olvidándose que se tiene esa parte del cuerpo, escuchando solamente el sonido rítmico de la respiración.
Se entrará, entonces, en el estado “alfa” de las ondas cerebrales, que consiste en ondulaciones sinusoidales bastante regulares en número y frecuencia, de 8 a 12 ciclos por segundo, que tienen la cualidad de serenar psíquicamente. Investigaciones demuestran que este estado de relajación puede ser más completo que el inducido por el sueño. Personas que practican regularmente este tipo de relajación declaran que gracias a este tipo de práctica regular, necesitan mucho menos horas de sueño y durante el día están más despiertos y alertas. Aquellas personas que son particularmente tensas debieran adoptar esta técnica con dedicación y constancia.
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